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como tableros, filtros, marcos, pegatinas, gifs, animaciones e integración con otras plataformas
como Wonderopolis, Liga Langston, Minecraft for Education, Genially yMicrosoft Teams. Además,
incorpora funciones como seminarios, sesiones formativas y capacitaciones en vivo a través de
Flipgrid Live, y permite organizar los videos en colecciones.. La plataforma es compatible con
diversos dispositivos electrónicos, como ordenadores y teléfonos inteligentes. Recientemente, fue
adquirida por Microsoft (Flip, 2020).
Aprendizaje activo
Flip favorece el aprendizaje activo, puesto que involucra al alumno como protagonista, por medio de
actividades que implican pensamiento crítico, resolución de problemas y trabajo en equipo (Correa,
2023; Cereceda y Gonzáles, 2023; Patiño et al., 2023; Rosas et al., 2020).
Típicamente, lo que el docente suele hacer es apelar a la función fática de la comunicación: constatar
la comprensión de lo expuesto, pero no para reformular, cuestionar o criticar lo planteado. Cada
estudiante se ve condicionado a conformar su pensamiento al de su facilitador. En este caso,
“participar” es sinónimo de “tomar un turno”. En este enfoque no predomina una construcción,
sino una repetición, una mímesis, casi un oxímoron: una “participación pasiva”. El aprendizaje es
concebido como un proceso mecánico:
Desde las universidades se plantea como fundamental un desplazamiento desde la enseñanza
tradicional al aprendizaje activo del estudiante. Este aprendizaje de habilidades y aptitudes
específicas como aprender a aprender, resolver problemas, trabajar en equipo, pensar en forma
crítica, comunicar claramente las ideas, supone una formación acorde de los docentes en las
distintas disciplinas. (Rosas et al., 2020, p. 615)
El docente debe propiciar el espacio, las herramientas y las condiciones para que el estudiante sea
quien desarrolle las competencias esperadas. El profesor es, ante todo, un diseñador de procesos
y de experiencias. Solo así el aprendizaje puede ser activo, entiéndase, el resultado de una actividad
de los estudiantes:
El protagonismo del aprendizaje debe estar, ahora, en el estudiante, y si es en este en quien
recae la responsabilidad de obtener, movilizar y producir contenidos, así como desarrollar las
habilidades que lo hagan posible, entonces el rol del docente debe centrarse en propiciar el
clima adecuado, evocar los conocimientos previos, planificar la progresión de las acciones que
permiten que un/a estudiante alcance el desarrollo esperado de la competencia (Ríos, 2022,
p. 173).
Muchos estudios respaldan la preferencia y la importancia de utilizar el video en el proceso educativo,
especialmente, porque no cabe duda de que los estudiantes no solo son multitareas, sino también
multipantallas. Por tanto, la integración de estas características al diseño del proceso enseñanza-
aprendizaje resulta imprescindible (Marín-Díaz et al., 2022; Moreno et al., 2023). En lugar de ser un
consumidor de contenido digitalizado, el estudiante puede ser un productor. Transmitir información
no es equivalente a generar conocimiento, pero procesarla sí. El aprendizaje activo, en consecuencia,
coloca al alumno como eje principal de su desarrollo.